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TENDENCIAS LIDERAZGO

¿Hércules o Buda?

Dos estilos de liderazgo complementarios

En contextos complejos, se debe combinar la sencillez y el control con la amplificación y la delegación de poder.

Las tácticas de liderazgo en las empresas son terreno fértil para las propuestas novedosas. Un ejemplo de ello es el enfoque de Martha Maznevski, profesora del MBA de la escuela de negocios IMD en Suiza y experta en comportamiento organizacional. La especialista estuvo en Buenos Aires, en el Centro de Educación Empresaria de la Universidad de San Andrés, en el marco de una actividad dirigida a la alta gerencia y directivos de empresas. Allí, presentó una teoría según la cual, hoy, un ejecutivo debe reunir las capacidades y habilidades tanto de Hércules como de Buda.

“Cuando el ambiente de negocios es complejo, todos queremos simplificar. Sin embargo, existen oportunidades en la dificultad, y las organizaciones exitosas las encuentran y aprovechan. Esto requiere una nueva manera de liderar, combinando la sencillez y el control con la amplificación y la delegación de poder. Llamamos a esta forma de tratar con personas ‘Hércules se encuentra con Buda’”, afirmó Maznevski. En diálogo con iEco , la especialista explicó a qué se refiere con estos modelos y cómo se aplican en una organización.

 

–Cuando se hace cargo y toma el control, en el momento en que arregla un problema o fuerza una solución, está actuando como Hércules. En cambio, si escucha, observa, abre nuevas perspectivas, alienta a la gente a que haga las cosas a su manera y capacita a otros para que encuentren nuevas oportunidades, está teniendo actitudes de Buda.

–Un ejecutivo tiene que aplicar este modelo con las cosas que realmente importan para mantener a todos alineados y yendo en la misma dirección. Esto ocurre en cuanto a la misión o propósito de la organización, la propuesta de valor al cliente y los valores. Hay que actuar como Hércules en lo que respecta a explicar hacia dónde se está yendo y cuáles son las prioridades.

–Esa figura se aplica al resto de las cosas. Implica capacitar a la gente para que encuentre sus propias formas de llegar a la meta, de innovar con nuevos métodos y oportunidades. También es alentar a los empleados a hablar entre ellos fuera del ámbito laboral, a crear redes informales y a colaborar.

–La mayoría de los líderes de empresas suelen parecerse más a Hércules que a Buda. A su vez, cuanta mayor incertidumbre experimentan, más necesidad sienten de actuar como él. Por la inseguridad y volatilidad del ambiente laboral, los grandes ejecutivos se acercan cada vez más a este modelo.

–Durante las crisis es cuando más se precisa una buena dosis de Buda para incorporar innovación, oportunidades y nuevas formas de pensar o colaborar. Pero es muy difícil actuar de esta manera en medio de la incertidumbre. Sin embargo, los altos ejecutivos se han vuelto buenos controlando las cosas. Hércules es importante para la primera respuesta ante una situación de crisis. Pero si sólo se actúa desde esta óptica, el ejecutivo creará una solución que probablemente no sirva a largo plazo. Por eso, al menos un poco de Buda debería aparecer rápidamente para contestar a la pregunta sobre cómo continuar.

–No siempre. Hércules en general busca una crisis, porque se siente bien resolviéndola. Algunas veces, el ejecutivo necesita dar un paso para atrás y preguntarse: “¿Este es un problema realmente? ¿Qué parte de él necesita una respuesta inmediata?”. Regularmente las soluciones no son tan urgentes como parecen en un comienzo.

–Es conveniente apelar a ambos para distintas situaciones. Hércules debe ponerse en práctica para clarificar la dirección, reforzar la propuesta de valor del cliente, enfatizar los valores organizacionales y la ética. Si los empleados no están seguros sobre estas cuestiones, no tienen claro cómo actuar, lo cual es frustrante y desalentador para ellos. Pero, por otro lado, este modelo no debería ser utilizado para decirles cómo hacer las cosas.

–Es en esos momentos donde Buda es importante. Hay que utilizarlo a la hora de entrenar, proveer recursos, escuchar diferentes ideas, mostrar curiosidad y alentar nuevas maneras de pensar. Esto, además, ayuda a los empleados a desarrollar oportunidades y encontrar diferentes formas de proporcionar valor para los clientes.